La Luz y La Oscuridad de Corea del Sur
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Ciudad | Chicago |
Estado | Illinois |
La Luz y La Oscuridad del Corea del Sur
Corea del Sur – Corea del Sur se ilumina con la atención del mundo dando la bienvenida a los Juegos Olímpicos PyeongChang 2018. Con las dos Coreas marchando juntos bajo una bandera unificada en la ceremonia de apertura, los Olímpicos de paz y armonía arranca con un buen comienzo.
¿La paz será realizada a través de los Juegos Olímpicos?
Es común encontrar a Corea del Norte en la portada del periódico con las noticias de bombas nucleares, resaltando la amenaza que representa para otros países. Pero poca luz es iluminada en la violación de los derechos humanos de sus propios ciudadanos. La ley de Corea del Norte prohibe prácticas religiosas fuera del control del estato, y todas cuyas prácticas son vigiladas.
La Constitución de Corea del Sur, al contrario, asegura la libertad de religión. Seúl, el capital de mega iglesias, presumía crecimiento rápido en las últimas decadas. En el centro de esto estuvo el Consejo Cristiano de Corea (CCC), una organización cooperativa de denominaciones coreana establecida en 1989. El CCC ha crecido de manera exponencial con 1 millón de miembros en 1989 a 10 millones en 2011. Pero en 2012, después de batallas internas fue dividido en dos grupo y desde entonces ha sufrido un gran reduccion. Hoy su número ha caído a 1.89 millones haciendo el CCC, la organización que representa Cristianismo en Corea, una institución vergonzosa.
Recientemente, voces del mundo están llamando al CCC por el término de los programas de conversión coercitiva. Asociación de Derechos Humanos para las Víctimas de los Programas de Conversión Coercitiva («HAC» siglas en Inglés) es una organización non gubernamental basada en Corea del Sur. La conversión coercitiva, una acción ilegal, es ignorada por las policías y otras autoridades porque los programas están formulados de una manera en la cual los pastores manipulan a las familias de las víctimas haciendo todo tipo de acciones ilegales, mientras ellos no son encontrados culpables. Familias son separadas y destruidas, y los pastores que inician todo esto salen libre sin ningún castigo. Al final, los padres e hijos son ambos víctimas de la conversión coercitiva.
En diciembre de 2017, una mujer en sus veintes, quien estaba exigiendo la eliminación del programa de conversión coercitiva y el castigo de los pastores que incitaban esto fue secuestrada y confinada en una cabaña apartada y fue encontrada muerta. La causa de su muerte fue por asfixia después de que sus padres le taparon la nariz y la boca por no querer participar en el programa de conversión coercitiva. Este incidente incitó numerosas protestas masivas en Corea del Sur y en todo el mundo.
En 28 de enero, 140,000 ciudadanos se reunieron en Seúl y otras ciudades principales en Corea del Sur para honrar a la víctima. Corresponsal de la HAC en Chicago organizó una protesta en el Daley Plaza el sábado pasado para protestar contra el programa de conversión coercitiva y para promover el establecimiento de la ley para prohibir la violencia basada en la religión.
Las víctimas de conversión coercitiva aumentan a 1287 personas. El número sigue sumando cada año bajo la sombra de la constitución.
Aunque Corea del Sur garantiza libertad de religión como derecho constitucional, derechos humanos han sido violados. Las personas han sido asesinadas por no ser parte del establecimiento religioso. Los ciudadanos y los medios de comunicación de Corea deben de ser los primeros en dar luz en esta tragedia, revelando las acciones ilegales de los programas de conversión coercitiva y estableciendo justicia y libertad. Pero la realidad es que las políticas y religión han colaborado junto con los medios de comunicación, también sucumbiendo a sus poderes. Ya que esto es la realidad inevitable de Corea que enfrentamos hoy, hemos decidido dar a conocer esta tragedia globalmente.
Se reunieron 100,000 firmas en apoyo de la petición en línea para el cese de programas de conversión coercitiva y fueron mandadas a la Casa Azul, la oficina residencial de presidente del Corea del Sur. Pero las firmas fueron borradas de la página web presidencial y hasta este punto la Casa Azul no ha dado una respuesta oficial. Esto es la luz y la oscuridad del Corea del Sur.
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